Viviendo con la enfermedad de Meniere
Es importante que alguien que presente los síntomas de Meniere vea a un médico calificado para descartar otras posibles causas subyacentes de los síntomas y obtener un tratamiento basado en la evidencia.
Los otorrinolaringólogos (o especialistas en oído, nariz y garganta) son un buen punto de partida. Pero los neuro-otólogos, otorrinolaringólogos que se especializan en trastornos del oído, tienen más probabilidades de estar familiarizados con las mejores prácticas diagnósticas y terapéuticas actuales.
Diagnóstico de Meniere
El diagnóstico de Meniere es difícil porque los síntomas se superponen con muchas otras enfermedades y afecciones. Por ejemplo, los mareos y el desequilibrio pueden ser un síntoma de cualquier cosa, desde deshidratación hasta desequilibrios hormonales y tumores, en casos raros. Por lo tanto, es importante consultar a un profesional médico especializado en trastornos del oído, con la experiencia de Meniere, siempre que sea posible. Esto puede ayudar a minimizar el tiempo que lleva determinar si los síntomas son atribuibles a Meniere o a algo completamente diferente.
Al evaluar a alguien para Meniere, los médicos generalmente revisarán los síntomas y el historial médico de la persona en detalle y utilizarán una serie de pruebas de diagnóstico para evaluar la audición y el equilibrio. Estos pueden incluir una prueba de audición, que podría denominarse examen audiométrico; un electrocardiograma para verificar el equilibrio; y / o una prueba para medir la presión del fluido dentro del oído interno: electrococleografía. Si el médico cree que se necesitan pruebas adicionales para descartar ciertas condiciones subyacentes que podrían estar causando los síntomas, una tomografía computarizada (TC) y / o una resonancia magnética (resonancia magnética) pueden ser parte del diagnóstico utilizado.
Tratamiento y manejo de los síntomas.
Debido a que Meniere afecta a cada persona de manera diferente, los médicos sugerirán estrategias y tratamientos basados en el historial médico del individuo, las necesidades de estilo de vida y los síntomas que están experimentando.
Algunos métodos para administrar Meniere incluyen:
- Medicamentos para ayudar con los mareos y acortar los ataques.
- Medicamentos para reducir las náuseas.
- Diuréticos para ayudar a reducir la cantidad de líquido en el oído interno.
- Cambios en la dieta, como limitar la sal, para que el cuerpo no retenga tanto líquido y evitar alimentos y bebidas que tienden a exacerbar los síntomas, como el alcohol y la cafeína.
- No fumar
- Audífonos para tratar cualquier pérdida auditiva
- Terapia de equilibrio o terapia de rehabilitación vestibular (VRT), que utiliza ejercicios para ayudar a las personas con problemas de equilibrio
En ocasiones, se utilizan enfoques adicionales para casos más difíciles.
- Tratamiento de pulso de presión o el dispositivo Meniett, que es mínimamente invasivo y está diseñado para mejorar el flujo de líquido a través del oído con el uso de presión aplicada
- Inyecciones de ciertos medicamentos en el oído para ayudar a controlar el vértigo, que tiende a reservarse para casos más graves que no responden a enfoques no invasivos
- Procedimientos quirúrgicos, que generalmente se usan solo en los casos más extremos cuando ningún otro tratamiento ayuda
Manejando la vida con Meniere’s
El estrés y la naturaleza intrusiva de Meniere pueden pasar factura, dejando a las personas con el trastorno más propensas a la depresión y / o ansiedad. Es importante que las personas con Meniere hablen con sus médicos sobre estos problemas y busquen el apoyo emocional y psicológico adecuado.
Los tipos específicos de terapias cognitivas y conductuales pueden ser útiles para controlar la ansiedad y / o depresión que a veces acompaña a Meniere.
Las terapias, como la terapia cognitiva conductual, la reducción del estrés basada en la atención plena, la terapia de aceptación y compromiso, y la hipnosis, proporcionadas por profesionales calificados de salud mental, han sido útiles para algunas personas que sufren de Meniere y / u otros trastornos del oído interno.
Cada una de estas terapias se puede usar sola o en combinación.
Por lo general, los hábitos de vida saludables tienden a aliviar el estrés que puede asociarse con cualquier trastorno del oído interno. Estos incluyen ejercicio regular, en la medida de lo posible y aprobado por un médico, reducción del estrés, seguir una dieta saludable, dormir lo suficiente y evitar estimulantes como la cafeína y la nicotina.
Fuente: Infoacufenos.com