¿Qué Es La Terapia Vestibular?
La terapia vestibular, también llamada terapia de rehabilitación vestibular (VRT) es un tratamiento especializado y no invasivo que se utiliza para combatir los vértigos y mareos crónicos que tengan su causa en trastornos del oído interno.
El equilibrio es un sentido que lo percibe el sistema vestibular del oído interno, en las estructuras conocidas como cóclea y conductos semicirculares, y transmitido al Sistema Nervioso Central a través del nervio vestibular.
La terapia vestibular consiste en la realización de ejercicios para mejorar la orientación visual, las habilidades motoras del ojo y el equilibrio. Generalmente, es dirigida por un terapeuta ocupacional o por un fisioterapeuta y se suele incluir ejercicios a realizar tanto en instalaciones médicas como en el hogar.
Objetivos de la terapia vestibular
Algunas personas experimentan episodios de mareos o vértigos, asociados a síndromes y enfermedades que afectan el oído interno, por ejemplo, el vértigo postural paroxístico benigno, o la enfermedad de Ménière o la laberintitis.
Al inclinar el cuerpo o girarlo, la persona se marea hasta el punto de perder el equilibrio y la coordinación motora imprescindible para realizar cualquier tipo de actividad cotidiana, como conducir, caminar o realizar cualquier tipo de trabajo.
Los síntomas afectan negativamente la calidad de vida del paciente y puede llegar a convertirse en una causa incapacitante. El objetivo de la terapia vestibular es que el paciente aprenda a superar y llevar mejor los episodios de mareos y vértigos, aumentando su autonomía.
La capacidad de recuperación de la función vestibular es muy pequeña y los daños en el oído interno son permanentes. Pero la terapia vestibular ha probado ser una herramienta sumamente eficaz en la mejora de los síntomas a través de la compensación central.
Esta terapia no mejora la función vestibular en sí misma, sino que “entrena” al cerebro para que utilice las señales de otros órganos sensoriales para poder interpretar la posición y el movimiento del cuerpo, por ejemplo, señales visuales y somatosensoriales del sistema nervioso periférico.
El proceso de compensación se produce de manera progresiva y paulatina a medida que pasa el tiempo y la persona se va acostumbrando a los síntomas y su cerebro aprende cómo debe hacer para compensarlo.
La terapia vestibular logra, fundamentalmente, optimizar el equilibrio general, minimizar las caídas y reducir la sensación subjetiva de mareo. Mejora notablemente la estabilidad durante el desplazamiento, así como la coordinación motora, y ayuda a reducir la ansiedad asociada a la desorientación del paciente.
Artículo original de https://okdiario.com