¿Qué es la otitis media serosa?
La otitis media serosa, también conocida como otitis media secretora u otitis media con derrame, es una acumulación de líquido en el oído medio. Se produce cuando una otitis media aguda no se ha resuelto por completo o cuando una alergia provoca una obstrucción en la trompa de Eustaquio. Las personas pueden sufrir congestión o cierta pérdida temporal de audición en el oído afectado. El médico explora el oído y usa la timpanometría para diagnosticar el trastorno. Puede ser necesario realizar una abertura en el tímpano para favorecer el drenaje del líquido.
La otitis media secretora (serosa) puede desarrollarse a partir de una otitis media aguda que no se haya curado por completo, o de una obstrucción de la trompa de Eustaquio (que conecta el oído medio y la parte posterior de la nariz). Las alergias y la hipertrofia de las vegetaciones son causas frecuentes de obstrucción de la trompa de Eustaquio. Los tumores son causas poco frecuentes de obstrucción. La otitis media secretora puede presentarse a cualquier edad, pero es especialmente frecuente en niños (véase Otitis media secretora en niños) y puede durar semanas o meses.
Normalmente, la presión en el oído medio se reequilibra tres o cuatro veces por minuto, cada vez que la trompa de Eustaquio se abre durante la deglución. Si la trompa de Eustaquio está obstruida, la presión en el oído medio tiende a disminuir a medida que el oxígeno se absorbe en el torrente sanguíneo desde el oído medio. A medida que la presión disminuye, el líquido se acumula en el oído medio y se reduce la capacidad de movimiento del tímpano.
Síntomas
Habitualmente, aunque no siempre, el fluido del oído medio contiene algunas bacterias, pero los síntomas de una infección activa (como enrojecimiento, dolor y pus) son poco frecuentes. Las personas suelen tener sensación de congestión en el oído afectado, y pueden oír un chasquido o un sonido crepitante al tragar. Es habitual que se produzca cierta pérdida de audición.
Diagnóstico
Evaluación médica
El médico explora el oído para establecer el diagnóstico. La timpanometría ayuda a determinar la presencia de líquido en el oído medio. Los médicos examinan las fosas nasales y la parte superior de la garganta en adultos y adolescentes, para detectar tumores.
Tratamiento
- Descongestivos para niños mayores y adultos
- Maniobras para aumentar la presión en el oído
- A veces, tubos de drenaje en el oído
La mayoría de las personas con otitis secretora media mejoran sin tratamiento. Los niños mayores y los adultos pueden tomar descongestionantes, como fenilefrina y pseudoefedrina, para reducir la congestión nasal (siguiendo las recomendaciones del médico); no obstante, estos fármacos no son eficaces para tratar la otitis media secretora. Los descongestivos se deben evitar en niños pequeños, en particular los menores de 2 años. A las personas con una congestión provocada por alergias se les pueden administrar antihistamínicos por vía oral y/o un spray nasal con un corticosteroide.
Los antibióticos tampoco resultan de ayuda. La baja presión en el oído medio puede aumentarse de forma temporal al forzar el paso del aire por la obstrucción en la trompa de Eustaquio. Para hacerlo, la persona puede intentar expeler aire con la boca cerrada y apretando los orificios nasales con los dedos (lo que se denomina maniobra de Valsalva). O bien el médico puede utilizar una jeringa especial (inflador del oído medio) para insuflar aire en una de las fosas nasales y bloquear la otra fosa nasal mientras la persona traga. Esta técnica (denominada politzerization) empuja en aire hacia el interior de la trompa de Eustaquio y del oído medio.
Si los síntomas se vuelven crónicos (persisten durante más de 1-3 meses), el médico puede hacer una miringotomía, en la cual se realiza una abertura en el tímpano para permitir el drenaje de líquido del oído medio. Se introduce en la abertura del tímpano un diminuto tubo de drenaje (tubo de timpanostomía) para favorecer la evacuación del líquido y permitir que entre aire en el oído medio. Los niños también pueden requerir una extirpación de las vegetaciones (adenoidectomía). Para garantizar el desarrollo normal del lenguaje, los niños pequeños con pérdida auditiva prolongada por otitis media secretora de larga duración pueden requerir un tratamiento adecuado.
Miringotomía: tratamiento de la otitis media secretora
La miringotomía consiste en que el médico realiza una pequeña abertura en el tímpano para permitir que el líquido drene del oído medio. Luego se coloca un tubo de plástico o de metal (tubo de timpanostomía, o tubo de ventilación) diminuto en el tímpano a través de la abertura. Estos tubos equilibran la presión del oído medio con la presión ambiental. El médico recomienda tubos de timpanostomía en algunos niños que hayan tenido otitis recidivantes (otitis media aguda) o acumulación de líquido repetida o persistente en el oído medio (otitis media crónica secretora).
La colocación de tubos de timpanostomía es una intervención quirúrgica muy frecuente, que se lleva a cabo en el hospital o en el consultorio médico. Habitualmente se requiere anestesia general o sedación. Una vez concluida la intervención, los niños suelen regresar a su domicilio en pocas horas. A veces se aplican gotas óticas antibióticas después del procedimiento durante aproximadamente una semana.
Los tubos habitualmente se caen por sí solos al cabo de entre 6 y 12 meses, aunque algunos tipos permanecen durante más tiempo. El médico retira los tubos que no salen de forma espontánea, a veces con anestesia general o sedación. Si la abertura no se cierra por sí misma, puede requerirse una intervención quirúrgica para cerrarla.
Los niños con tubos de timpanostomía pueden lavarse el pelo y nadar, pero algunos médicos recomiendan que no sumerjan la cabeza a cierta profundidad sin utilizar tapones para los oídos.
La salida de líquido por el oído es un indicio de infección y debe ser notificada al médico para que prescriba el tratamiento conveniente.
Fuente: Infoacufenos.com