La grasa visceral promueve la pérdida de audición
La pérdida de audición relacionada con la edad, conocida como presbiacusia, es la más común y extendida. Se calcula que afecta a una de cada tres personas de 65 años y a una de cada dos por encima de los 75. Esta pérdida de audición se asociaba al proceso natural de envejecimiento, pero un estudio realizado por investigadores del Departamento de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello de la Universidad de Seúl (Corea del Sur), ha alertado de que la grasa visceral es un factor de riesgo que potencia la presbiacusia.
Los datos del estudio, publicados en la revista Clinical and Experimental Otorhinolaryngology, se basa en el análisis de 2602 personas mayores de 40 años durante 11 años. En la investigación se compararon obesidad, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico (grasa visceral, hipertensión y dislipidemia) y sordera para identificar una asociación. Y el resultado es que la grasa visceral se identificó como un componente importante de la pérdida de audición.
A diferencia de la grasa subcutánea, que se concentra en la capa profunda de la piel (hipodermis), la grasa visceral se localiza en la cavidad abdominal, entre los órganos internos y el tronco, y contiene más receptores de andrógenos y células inflamatorias. Además, este tipo de grasa libera citoquinas proinflamatorias, ácidos grasos libres y otras sustancias que desembocan en el sistema venoso portal y el hígado.
La mejor manera de reducir la grasa visceral es la realización periódica de ejercicio físico y de paso prevenir la pérdida de audición.