La discapacidad auditiva en el entorno universitario
Cada vez es mayor el número de personas con discapacidad auditiva que quiere estudiar una carrera universitaria y también de profesores y personal con esta discapacidad que trabaja en la universidad. Por eso, todo el personal de un centro de estudios o universidad (profesores, bedeles, bibliotecarios, administrativo, etc.) y los alumnos están obligados a conocer su significado y sus necesidades para así facilitar el acceso a la información y a la comunicación y permitir la integración de estas personas en la vida universitaria.
A continuación, se exponen información y orientaciones para su conocimiento. Es aconsejable que cada Departamento de Atención al Alumno con Discapacidad la distribuya en sus distintas facultades y departamentos a través de paneles informativos y de su página web.
¿Qué es la discapacidad auditiva?
Por discapacidad auditiva se entiende cualquier problema de oído que, con independencia del lugar de la lesión, la edad en el que aparezca y la causa que lo origine, repercute negativamente en la audición. Así, habrá personas que puedan seguir una conversación con relativa facilidad, otras con dificultad, otras que sólo perciban algunos sonidos y otras que no perciban ningún sonido.
Estas diferencias en la audición y en el uso de la misma conllevan otras distinciones que ayudan a entender mejor las necesidades de los distintos grupos. Así, en general se diferenciará entre sordera e hipoacusia.
Sordera hace referencia a la discapacidad auditiva neurosensorial profunda (más de 90 decibelios). Esta pérdida auditiva impide la percepción de los sonidos del entorno y del lenguaje por lo que es necesaria la utilización de prótesis auditivas como audífonos o implantes cocleares.
También se utiliza el término hipoacusia para referirse a la discapacidad auditiva neurosensorial de grado variable, generalmente de grado severo o profundo.
Así, podemos encontrarnos con muy diferentes tipos de discapacidad auditiva según sea la causa de la pérdida, la edad a la que aparece o el grado de la misma. También habrá diferencias entre las personas con problemas auditivos en función de los sistemas de amplificación individual (audífonos o implantes cocleares) o el sistema de comunicación (lengua oral o de signos) que utilicen. Por ello, entre la población universitaria, habrá estudiantes universitarios con sordera que se comuniquen en lengua de signos, otros que se comuniquen en lengua oral o incluso que utilicen las dos formas de comunicación (bimodal).
¿Cómo comunicarse con estudiantes con discapacidad auditiva?
Los problemas de audición no son evidentes en el entorno de la misma forma que pueden serlo las dificultades de movilidad o de visión. La pérdida de audición es una discapacidad invisible, excepto en el caso de los usuarios de lengua de signos. Así, que es altamente probable que Vd. no se dé cuenta de que está hablando con una persona con discapacidad auditiva, si ésta no se lo comunica.
Por este motivo, le recomendamos que concierte una entrevista con su alumno/a para conocerse, saber qué estrategias de comunicación son más eficaces y cuáles son sus necesidades para realizar y superar el curso académico.
Si el alumno/a se comunica de forma oral es preciso que:
- Se asegure de atraer su atención antes de comenzar a hablar.
- Hable siempre de frente, mirando a los ojos.
- Hable con un ritmo normal, ni rápido, ni lento, sin gritar.
- No se tape la boca con un bolígrafo o la mano, ni tenga nada dentro de ella (chicle, caramelo) a fin de permitir la lectura labial.
- Procure que su cara esté bien iluminada y que el sol o los focos no deslumbren a la persona con pérdida auditiva para facilitar la lectura labial, en caso de que la necesite.
- Si se percata de que la persona no comprende algo, repítalo o expréselo de otra manera. Dé explicaciones con frases breves y concisas.
- Se asegure de que la persona comprende lo que se le dice haciendo preguntas abiertas que demuestren su comprensión.
- Sea expresivo con su cara y con su voz. Si es preciso, utilice gestos o recurra a la escritura para hacerse entender.
- Si le cuesta entender lo que la persona sorda le dice, hágaselo saber.
- Utilice ayudas técnicas, como los sistemas de Frecuencia Modulada (FM) o de trasmisión por inducción magnética.
Si el alumno/a con discapacidad auditiva usa la lengua de signos para comunicarse puede necesitar:
- Un intérprete de lengua de signos.
- Papel y lápiz, una pizarra mágica o cualquier otro sistema que les permita comunicarse de forma escrita.
- Un sistema de conversión voz/texto.
Para la comunicación a través de intérpretes:
- Colóquese frente a su interlocutor con sordera.
- Diríjase a él/ella al hablar.
El/la intérprete de lengua de signos permanecerá siempre en un segundo plano.
También existe la posibilidad de contar con un servicio de intermediación que utilizando un sistema de videoconferencia permita comunicarse a través de un intérprete.
Cuestiones generales de la discapacidad auditiva
Los distintos modos de comunicación utilizados no deben presuponer una diferencia en la forma de actuación. En todos los casos:
- Hay que respetar las decisiones informadas que han tomado sobre los temas que les afectan.
- Tienen que saber que pueden contar con la figura de un coordinador o profesor tutor que:
- Sirva de conexión con los distintos profesores del alumno.
- Asesore al estudiante en la preparación, organización y elaboración de trabajos.
- Ofrezca amplio horario para poder contactar por correo electrónico, SMS o cualquier otro medio de telecomunicación accesible.
- Permita la presencia de un intérprete de lengua de signos o el uso de sistemas FM o bucle magnético.
- Esté dispuesto a atender las demandas del alumno para atender a las necesidades educativas.
- Oriente en el diseño curricular en la transición de planes educativos antiguos a nuevos.
Metodología y organización del aula
Para facilitar que la persona con discapacidad auditiva pueda seguir el ritmo de la clase, se debe:
- Utilizar aulas con buena acústica e iluminación y alejadas de las fuentes de ruidos, como por ejemplo cafetería, escaleras o aseos.
- Reservar la primera fila para que el alumno pueda ver y escuchar mejor al profesor.
- Facilitar con antelación y por escrito todo lo relacionado a la asignatura: la programación, contenidos, plazos de presentación de trabajos, fechas de exámenes, etc.
- Entregar copia de las presentaciones o apuntes.
- Permitir que un compañero pueda tomar apuntes. Al inicio del curso, revisar dichos apuntes y, en caso de que no fueran óptimos, recomendar o sugerir el nombre de otro alumno para que realice dicha tarea.
- Utilizar, en la medida de lo posible, vídeos subtitulados. Si no es posible, proporcionar un guión con las cuestiones más importantes.
- Permitir la presencia de un intérprete de lengua de signos en clase.
- Utilizar las ayudas técnicas, como sistemas de Frecuencia Modulada (FM) o bucle magnético, que use habitualmente el alumno.
- Utilizar sistemas de reconocimiento automático de voz que permiten la subtitulación en tiempo real.
Estrategias de enseñanza
Impartir la clase frente al alumno para facilitar la lectura labial. Evitar los desplazamientos por el aula y hablar mientras se escribe en la pizarra o de espaldas al alumno.
No hablar al mismo tiempo que se proyectan vídeos o cualquier archivo sonoro.
Comprobar que el alumno sigue la clase, dándole la oportunidad de preguntarle cuando no entienda.
Repetir las preguntas realizadas por sus compañeros.
En los debates y trabajos en grupo, explicar al inicio el objetivo y las normas de funcionamiento en cuanto a los turnos, uso de micrófonos, etc. Así mismo, se recomienda que, de vez en cuando, se haga una pausa para resumir.
Exámenes
Si el examen es escrito:
- Incremente el tiempo de la prueba en función de las necesidades del alumno (se recomienda un 25%).
- Reservar la primera fila.
- Dé las preguntas por escrito, debiendo ser muy claras para evitar posibles confusiones.
- Proporcione por escrito toda la información (errores en las preguntas, tiempo para finalizar, comentarios, etc.).
- Escriba en la pizarra la información proporcionada como respuesta a las preguntas formuladas por los alumnos sobre el examen.
- Permita la utilización de diccionario de sinónimos y antónimos.
- Permita el uso de ayudas técnicas, como los sistemas de Frecuencia Modulada (FM) o bucle magnético.
No es infrecuente que los estudiantes con discapacidad auditiva usuarios de la lengua de signos cometan errores morfosintácticos en su escritura o que precisen alguna aclaración del significado o de la estructura de alguna expresión. Por ello, es aconsejable que acuda el intérprete a la lectura del examen, previo acuerdo entre el profesor, el alumno y el intérprete.
Contemple la posibilidad de hacer exámenes tipo test, pues en ellos el peso del lenguaje no tiene tanta importancia y el rendimiento de muchos alumnos con discapacidad auditiva es mejor.
Si el examen es oral:
- Permita la presencia del intérprete.
- Use el sistema de amplificación que utilice el alumno, ya se trate de un sistema de Frecuencia Modulada (FM) o de bucle magnético fijo o portátil.
- Sitúese en una posición en la que el alumno pueda ver bien su cara para facilitar la lectura labial.
Fuente: AG Bell