El uso de la mascarilla dispara las consultas al otorrino
Las mascarillas se han convertido en un accesorio imprescincible para salir de casa e interrelacionarnos con los demás desde el inicio de la pandemia. Y una de las consecuencias ha sido el aumento de visitas a los otorrinos por posibles problemas de audición. La propia presidenta de la Comisión de Audiología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) , María José Lavilla Martín de Valmaseda, explica que las mascarillas «actúan de barrera visual» porqué «no nos permite leer los labios, ni ver los movimientos articulatorios del habla, ni la expresión facial que acompaña lo que decimos».
Por otra parte, estos accesorios amortiguan sin duda el sonido. Lavilla remarca que las mascarillas «son una barrera acústica porque reducen el volumen de la voz, el volumen que sale a través de ella, y esto depende del material del que están hechas y del número de las capas que lleven, cuanto más nos protegen, más reducen el volumen, pudiendo reducirlo entre 4 y 12 decibelios. Además de salir la voz más débil, sale distorsionada y, sin tanta nitidez es más difícil de entender; nuestros movimientos articulatorios están limitados, atrapados bajo la mascarilla, y la resonancia también cambia».
Fuente: Gaes.es