Aumento De Los Costes Sanitarios A Causa De La Pérdida Auditiva Sin Tratar
La pérdida auditiva no tratada provoca un incremento del gasto en atención médica, pues suele acarrear trastornos asociados como la demencia y la depresión y también un mayor riesgo de sufrir lesiones y caídas.
Un grupo de investigadores de la Escuela Bloomberg de Salud Pública, perteneciente a la Universidad Johns Hopkins en los Estados Unidos, señala que, por cada persona que no trata su pérdida auditiva, los gastos médicos al cabo de diez años ascienden un 46%, equivalente a 22.434 dólares, si lo comparamos con el gasto médico de una persona sin pérdida auditiva.
Más ingresos en el hospital
Pasados los 10 años, según refleja el estudio, los pacientes con pérdida auditiva no tratada habían sido ingresados en el hospital un 50% más, eran un 44% más proclives a tener que ser ingresados después de 30 días, corrían un riesgo un 17% mayor de tener que acudir a urgencias y se habían desplazado a un ambulatorio en 52 ocasiones más que los que no padecían pérdida de audición.
Demencia, depresión y caídas
Otro estudio revela que el riesgo de demencia, depresión y caídas es muy alto en el caso de los mayores que viven con pérdida auditiva pero no reciben tratamiento. El estudio comparó durante un periodo de 10 años a adultos mayores con pérdida auditiva sin tratar y otros sin pérdida auditiva y halló que los primeros tenían alrededor de un 50% más de probabilidades de desarrollar demencia, un 40% más de padecer depresión y casi un 30% más de sufrir caídas.
Problemas de comunicación
Otro estudio pone de relieve que la probabilidad de ser reingresado en el hospital aumenta un 32% cuando se tienen problemas de audición o comunicación. El porcentaje de reingreso hospitalario durante el mes posterior al alta de los pacientes que manifestaban dificultades a la hora de comunicarse con los doctores era mucho mayor que el de los pacientes sin problemas de audición, según recoge el estudio.
Lesiones accidentales
Por último, de acuerdo con otro estudio, el riesgo de padecer una lesión accidental es más elevado si se tiene pérdida de la audición. Según se desprende del estudio, los individuos con grandes dificultades para oír tenían hasta dos veces más probabilidades de padecer una lesión accidental que aquellos cuya audición era excelente. Los tipos de lesiones predominantes entre la población con dificultades para oírse producían en el trabajo y el tiempo libre.
Artículo original www.hear-it.org